Historia de “el caminante”
En el año 1998 se sientan las primeras bases de lo que más tarde se convierte en todo un gran proyecto profesional. Nace de mi propio proceso personal, la intensa experiencia vivida desde los 15 años en diferentes colectivos sociales, el trabajo de dinámica de grupos, coordinación de programas y más tarde de dirección en un centro de día de drogodependencias durante siete años, junto a la experiencia como ponente en diferentes talleres, jornadas y formaciones desde los 18 años en el ámbito nacional, la investigación en diferentes campos artísticos a nivel profesional sobre todo la dirección escénica, sumado a un largo proceso terapéutico humanista y las formaciones recibidas destacando la de terapeuta Gestalt. Hacen el terreno y la siembre de El Caminante.
Dos caminos, el artístico y el del trabajo de crecimiento personal, por los que he andado durante muchos años desde 1985 confluyen en la Arteterapia: la terapia humanista y el arte. Después de los años dedicados al teatro profesional como director escénico, el arte y el crecimiento personal de manera compartimentada, siento que aunque llamaba de manera distinta lo que hacía, era en esencia lo mismo, ya que sale de mí con las mismas consignas.
En el año 2000 el encuentro con la psicoterapeuta Carmen Ruiz Molina, refuerza lo que es ya la primera propuesta de trabajo en grupo desde la Arteterapia. En 2003 me planteo seriamente crear un lugar, un espacio con las condiciones que el trabajo que desarrollo realmente necesita y que permitiese hacer el trabajo en equipo, donde pueda confluir todo lo que después de tantos años ha quedado en mí de lo que viví y pueda aportar a otras personas.
Así nace “El Caminante” con vocación de rosa de los vientos, un lugar desde donde encontrarse, conocerse, darse cuenta, crecer (orientarse), formarse en la escuela de vida (dirigirse), investigar (emprender) y favorecer programas sociales vinculados al crecimiento personal (compartir y agradecer), siempre desde una visión holística, humanista, creativa y artística, artesana e integradora de la persona.
Nuestras herramientas fundamentalmente son la Arteterapia y Terapia Gestalt.
Trabajamos desde los lenguajes artísticos, Arteterapia, las actividades que se realizan están basadas en esta técnica aplicada al campo del desarrollo personal, que consiste en servirnos del arte, de las diferentes técnicas artísticas como herramienta de crecimiento: la música, danza, pintura, escultura, fotografía, vídeo, escritura, teatro, costura, collage, etc. Hemos investigado mucho durante estos años e incorporado nuevas técnicas, estructuras de trabajo y dinámicas al servicio de la Arteterapia, y el trabajo grupal en el desarrollo de este proceso que vivimos.
En “El Caminante” no hacemos Arteterapia ocupacional, hacemos Arteterapia para el crecimiento personal, en nuestros talleres artísticos no se hace terapia, esto es importante porque forma parte de nuestra filosofía, no mezclamos, no confundimos.
Durante estos años, muchas personas, cerca de dos mil, han podido ya vivenciar esta manera de trabajar. Gracias a ellas y a su confianza depositada en nosotros, hemos podido crecer también nosotros, nuestro trabajo y el ámbito de actuación.
Actualmente el Centro está situado en Málaga, pero contamos con un espacio puntual en Madrid donde se ubican algunos de nuestros talleres grupales de Arteterapia.
Nuestro equipo humano está formado por profesionales de la psicología y la Arteterapia humanista que han vivido un proceso personal y de formación en Arteterapia con nosotros junto a la colaboración y supervisión permanente de un profesional eminente de la psiquiatría. Este hecho favorece el trabajo de equipo en una misma línea, nos acerca como personas y facilita un talante abierto, humano y cálido a la hora de desarrollar nuestro trabajo. Todas y todos estamos involucradas/os en el desarrollo del Centro y la investigación de recursos dentro de la Arteterapia, motivados por el arte en general y particularmente por el arte contemporáneo, por sus artistas que nos muestran, nutren y enseñan constantemente.
Desde el año 2000 hacemos formación con los grupos de Arteterapia, en el 2005 creamos la Escuela Andaluza de Formación en Arteterapia Humanista, en la que nos sentimos afortunados de contar con un grupo de ponentes a nivel nacional e internacional que nos ayudan a conformar un programa único e integrador de formación arteterapéutica, realista y honesto con nuestra trayectoria y la filosofía del Centro. Actualmente son muchos los profesionales del ámbito de la psicología, psiquiatría, la medicina, la salud en general, la educación, el trabajo social, etc. que se acercan a reciclarse, conocerse, formarse y trasladar la dinámica de trabajo de la Arteterapia humanista, su modo de intervención y atención humana a sus centros de trabajo.
Nuestro enfoque claro dentro de la Arteterapia no es el del artista, es el del artesano, el que es capaz de experimentar con su material interno, aprender y descubrir las posibilidades y las técnicas sin necesidad de tener ningún conocimiento previo de ellas a nivel teórico o técnico, es potenciar el conocimiento desde el darse cuenta y el propio camino que marca nuestras necesidades desde cada aquí y ahora. “Se considera artesano a toda persona, trabajador/a que, de acuerdo a su oficio, sentimiento e ingenios se dedique personalmente a la elaboración de un objeto utilizando la habilidad de sus manos o técnicas, materiales y herramientas que el medio provee”. Con vocación de escuela libre nuestro sistema pedagógico está basado en el autoaprendizaje, la recuperación y potenciación del proceso creativo personal, artesano desde la creación libre.
Como decía Fritz Perls “entrenar psicoterapeutas es guiarles, para ser ellos mismos”. En esta tarea nos sentimos inmersos.
Seguimos ilusionados e ilusionadas como el primer día, sintiéndonos afortunados/as de recibir tanto o más que damos y creemos que parte de esta fortuna de energías debe ser canalizada a otras personas, familias y lugares donde necesitan en la mayoría de los casos, no solo Arteterapia, sino alimentos, salud y educación para tener un futuro. Por ello desde que el Centro se creó en 2003, parte de sus beneficios son destinados a programas solidarios que gestiona la Asociación “De la A a la Z” creada para este fin.
Nuestras heridas, que nos pueden hacer sufrir tanto, también nos dan recursos personales para sobrevivir a ellas y nos enseñan a crear un nuevo mapa sobre el que caminar desde el autoapoyo. Sobre las aportaciones a través de su trabajo de todos aquellas/os profesionales y personas en su paso por nuestro Centro a lo largo de estos años, se construyeron los cimientos de este Caminante que vivo compartido con un equipo magnífico de personas y profesionales desde el corazón.
Javier Almán